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Claves para una pretemporada de éxito

A lo largo de años la preparación física y, sobre todo, las diferentes tendencias y corrientes de entrenamiento han ido cambiando. Las pretemporadas ya no son lo que eran. En este artículo vamos a intentar desgranar algunas claves y conceptos básicos actuales para programar una pretemporada de garantías.  

Es cierto que aún existe en determinadas corrientes del fútbol old school la creencia de que lo importante y la principal pieza sobre la comenzar a cimentar la pretemporada es la base aeróbica. 

Todos hemos hablado con deportistas que han jugado durante muchos años al fútbol y  te cuentan, entre sus batallitas, las innumerables sesiones que han pasado corriendo alrededor del campo, la cantidad de diagonales que han hecho o simplemente corriendo por las calles.

La realidad es que esas pretemporadas están muy alejadas de la realidad actual y de la fisiología del futbolista. 

Actualmente el pilar sobre el que se asienta una pretemporada se resume en una palabra: fuerza.

La fuerza es la capacidad física básica sobre la que se sostiene el resto, que son la resistencia, la velocidad y la elasticidad. 

No serás rápido sin fuerza, no serás resistente sin fuerza y, por supuesto, no estarás exento de lesiones sin ese trabajo.

Ese criterio es a partir del cual hemos de desarrollar la pretemporada y sobre el que basarnos los microciclos que tendremos disponibles antes de comenzar el primer partido oficial. 

Si bien es cierto que otro factor clave reside en NO programar partidos sin haber podido trabajar con el grupo un mínimo trabajo de fuerza que hará minimizar el riesgo de lesión. 

Este es uno de los problemas que en ocasiones nos encontramos en los clubes no profesionales, ya que juegan partidos amistosos y/o torneos durante la primera semana de preparación .

Por lo tanto, las claves principales a la hora de programar una pretemporada son:

  • Planificar en torno a los microciclos disponibles.
  • Comenzar con el trabajo de fuerza general y específica sobre el que sostener el resto de capacidades.
  • Tener en cuenta que la resistencia, la velocidad y la elasticidad dependen del trabajo de fuerza.
  • El trabajo de prevención de lesiones se basa en la fuerza.
  • No programar partidos de forma temprana.

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