Hoy en día hay una frase que se escucha mucho cuando se habla de preparación física o del estado físico de un equipo y es: “es que hoy día el físico lo es todo”. Hoy hablaremos de la importancia de la preparación física en fútbol.
Es cierto que el fútbol, y no solo el fútbol, los deportes en general, han ido evolucionando en su forma de entrenar y de competir y esas evoluciones han venido de la preparación física.
Durante los últimos años hemos vivido un “boom” en cuanto a corrientes de entrenamientos, estudios y cantidad de datos que los preparadores físicos y entrenadores podemos recoger.
Esto, junto a las nuevas tecnologías, ha hecho no solo que los jugadores alarguen sus carreras deportivas, sino que las mismas comiencen antes, que el juego sea más rápido y precisamente todo esto se debe a la evolución de la preparación física.

Actualmente, debido a esa evolución en el juego y a esa velocidad (no olvidar que la velocidad es directamente proporcional a la fuerza y a su manera de aplicarla) en el mismo, el fútbol se ha convertido en un deporte mucho más físico que hace años.
Por poner un ejemplo, el jugador más rápido del mundial de Sudáfrica fue Chicharito Hernández con 32,15 km/h; en el último mundial de 2022, Rennes Kamaldeen, de la selección de Ghana, marcó una punta de 35,7 km/h, y actualmente el récord lo ostenta Micky Van De Ven, jugador del Tottenham, con una punta de 37.38 km/h.
Por ponerlo en contexto, una persona camina a unos 5 km/h, por lo tanto Micky adelantaría a Chicharito a la velocidad a la que te alejarías de una persona que está parada mientras caminas. ¡Una barbaridad!
Los datos no mienten. En poco más de 10 años, los jugadores más rápidos del mundo llegan o superan la cifra de 36 km/h, algo que a su vez ha obligado a los defensores a ser más veloces.
UNA TEMPORADA FRENÉTICA
La exigencia física de un futbolista profesional actual no se queda simplemente ahí. Las temporadas actuales tienen ritmos frenéticos. Los equipos enfrentan mayor número de partidos, torneos y competiciones, por lo que en algunos casos, se juegan hasta 3 partidos a la semana.
Este volumen de competición obliga a preparar a los jugadores de una manera precisa y a medir sus tiempos de recuperación para poder aguantar la temporada completa.
Teniendo en cuenta que actualmente estamos viendo a jugadores debutar con 16, 17 y 18 años, la preparación física se convierte en un pilar fundamental desde edades formativas para poder afrontar con garantías la competición buscando un máximo rendimiento. La importancia de la preparación física en fútbol está más que demostrada.