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Entrenar en verano: lo que está bien y lo que no

Los planes de entrenamiento veraniegos a menudo son básicos y no consideran las necesidades individuales ni la intensidad necesaria para el alto rendimiento. Pero no te preocupes, aquí te desvelamos qué hacer y qué evitar para que este verano sea tu trampolín hacia una temporada exitosa.

Con el verano, llega la «temporada baja» para muchos equipos. Es un momento crucial donde los deportistas pueden caer en la trampa de dejar de entrenar, de un entrenamiento insuficiente o ineficaz. En LST Force, sabemos que este periodo es una oportunidad de oro para marcar la diferencia y llegar a la pretemporada en tu mejor forma, no solo preparado, sino un paso por delante.

¿Tu equipo te ha dado un plan genérico? ¿Sientes que no es suficiente? ¡Estás en lo cierto! Los planes de entrenamiento veraniegos a menudo son básicos y no consideran las necesidades individuales ni la intensidad necesaria para el alto rendimiento. Pero no te preocupes, aquí te desvelamos qué hacer y qué evitar para que este verano sea tu trampolín hacia una temporada exitosa.

Lo que debes hacer al entrenar en verano: ¡Maximiza tus ganancias!

Entrenamiento individualizado y progresivo: Tu cuerpo es único y tus objetivos también. Un plan de entrenamiento eficaz en verano debe ser adaptado a tus debilidades, fortalezas y al deporte que practicas. En LST Force, nuestros programas son diseñados específicamente para ti, garantizando que cada sesión cuente y te acerque a tu mejor versión. No se trata solo de «correr», sino de correr con propósito y mejorar tu técnica y eficiencia.

Enfócate en la fuerza y potencia: Muchos planes genéricos olvidan que el verano es ideal para construir una base sólida de fuerza y potencia, elementos cruciales para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento explosivo. Dedica tiempo a ejercicios de fuerza, pliometría y velocidad. Este trabajo te dará una ventaja significativa cuando la competición empiece.

Prioriza la calidad sobre la cantidad: No se trata de hacer entrenamientos larguísimos bajo el sol. Es más efectivo realizar sesiones cortas, intensas y bien estructuradas. Un entrenamiento de 45-60 minutos de alta calidad es mucho más beneficioso que horas de trabajo sin dirección.

Escucha a tu cuerpo y prioriza la recuperación: El calor del verano exige una mayor atención a la hidratación y la recuperación. Incluye estiramientos, movilidad, descanso de calidad y una nutrición adecuada. La recuperación es tan importante como el propio entrenamiento para permitir adaptaciones y evitar el sobreentrenamiento.

Entrenamiento cruzado inteligente: Incorpora actividades complementarias que te ayuden a desarrollar otras cualidades físicas sin sobrecargar tu cuerpo. La natación, el ciclismo o el yoga pueden ser excelentes opciones para mantenerte activo, mejorar la capacidad cardiovascular y la movilidad, siempre y cuando complementen tu plan principal.

Lo que NO debes hacer al entrenar en verano: ¡evita errores comunes!

Seguir planes genéricos y poco exigentes: Si tu plan de verano se limita a «correr un poco» o hacer un par de ejercicios básicos, no es suficiente. Estos planes están diseñados para mantener una base mínima, no para la mejora del rendimiento. Confiar únicamente en ellos te dejará rezagado.

Entrenar sin supervisión profesional: Los planes genéricos carecen de la supervisión de un experto que pueda corregir tu técnica, ajustar las cargas o adaptar el entrenamiento si surge alguna molestia. Entrenar mal es casi peor que no entrenar.

Ignorar la prevención de lesiones: Un plan inadecuado o la falta de supervisión aumentan el riesgo de lesiones. El verano es el momento ideal para trabajar en tus desequilibrios musculares y mejorar la movilidad, aspectos que a menudo se pasan por alto en planes prefabricados.

Caer en la inactividad o el exceso de descanso: Aunque el descanso es fundamental, el verano no es un permiso para el sedentarismo absoluto. Perderás rápidamente las adaptaciones logradas durante la temporada, lo que hará la vuelta a la pretemporada mucho más dura y con mayor riesgo de lesión.

No adaptar el entrenamiento al calor: Entrenar sin considerar las altas temperaturas puede llevar a la deshidratación, golpes de calor y un rendimiento muy bajo. Evita las horas centrales del día, hidrátate constantemente y viste ropa adecuada. Forzar el cuerpo en condiciones extremas es contraproducente.


No dejes que un plan genérico limite tu potencial. En LST Force, entendemos tus ambiciones. Te ofrecemos programas de entrenamiento personalizados y científicamente probados que te permitirán aprovechar cada día de verano para:

  • Ganar fuerza y explosividad real.
  • Mejorar tu resistencia y capacidad aeróbica.
  • Prevenir lesiones y fortalecer tus puntos débiles.
  • Llegar a la pretemporada en una forma física y mental superior.

¿Listo para una pretemporada imparable? ¡Contacta con nosotros hoy mismo y diseñemos tu plan de verano!

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